Menos snacks de comida y más snacks de ejercicio
Estos días es muy común tener hambre emocional o “hambre por aburrimiento” que, en la mayoría de casos, suele ser de alimentos ultraprocesados, superfluos y de bajo valor nutricional. Esto nos lleva a aumentar el número de snacks diarios que tomamos y, por tanto, las kcal ingeridas, picos constantes de insulina, sentimiento de culpa post snack… Todo esto nos lleva a una peor salud que, acompañada de una falta de actividad física, puede provocar problemas como el aumento de peso, peor estado de ánimo, estrés, inflamación crónica… En definitiva, provocará que llevemos mucho peor este período de cuarentena.
Una alternativa para saciar esta hambre emocional son los snacks de ejercicio. Estos consisten en realizar periodos cortos de ejercicio como pueden ser 10 flexiones, 10 sentadillas con salto, 1′ saltando a la comba o 30″ de plancha. De esta manera evitaremos el consumo de otro tipo de snacks, mejoraremos el riego sanguíneo y conseguiremos calmar ligeramente el estrés, entre otros aspectos.
Beneficios del snack de ejercicio
Por una parte, se rompe el estímulo de sedentarismo que tenemos al estar sentados —se debería romper cada hora, aproximadamente—. Al no percibir estímulo del movimiento, nuestro cuerpo tiende a atrofiarse, lo que nos lleva a una pérdida de masa muscular. Además, a nivel mental nos ayudará a ser más efectivos en nuestro trabajo.
Por otra parte, es muy probable que, una vez empecemos con el ejercicio, nos veamos capacitados a hacer más. Como suele ocurrir, nos da “pereza” empezar a entrenar, pero una vez hecho, el cuerpo y la mente tienden a pedir más.
Como recomendación general, se puede decir que va a ser muy beneficioso hacer un snack de ejercicio cada hora que pasemos sentados. Esto sumado a las clases virtuales —ejercicios más intensos— nos ayudará a llevar la cuarentena mucho mejor tanto física como mentalmente.